Mensaje pastoral de Mons. José Mazuelos para el DOMUND
El próximo 19 de octubre, celebramos el Domingo Mundial de las Misiones (DOMUND), día con el que la Iglesia nos invita a abrir los ojos y el corazón a las necesidades del mundo. Una jornada en la que toda la Iglesia se une para recordar que somos, por nuestra vocación bautismal, discípulos misioneros.
En el marco del Año jubilar, el lema elegido para la Jornada Mundial de las Misiones ha sido “Misioneros de esperanza entre los pueblos”, que, como comunidad de bautizados, nos llama a vivir la vocación fundamental de ser mensajeros y constructores de la esperanza.
Siguiendo las huellas de Cristo, en este día se nos invita de forma especial a mirar a tantos hombres y mujeres que, con su vida entregada, son signos vivos de la presencia de Dios en medio del mundo. De hecho, los misioneros, hombres y mujeres de fe que entregan su vida en tierras lejanas, son testigos valientes de la esperanza. Ellos son voz de consuelo, manos que curan, corazones que acompañan y constructores de fraternidad. Su testimonio nos anima a no conformamos, a abrirnos a las necesidades de la humanidad y a dejarnos interpelar por el mandato de Jesús: “ld al mundo entero y proclamad el Evangelio” (Mc 16,15).
El día del DOMUND también nos muestra la maravilla de pertenecer a un pueblo extendido por todos los rincones de la tierra y formado por millones de cristianos que trabajan con generosidad para llevar la alegría del Evangelio, la educación, la salud y la esperanza a quienes más lo necesitan. Nos recuerda que todos podemos ser misioneros desde nuestro lugar: con la oración, con la ayuda económica y con el testimonio de nuestra vida.
Desde nuestra Diócesis estamos llamados a vivir este espíritu misionero:
1. Orando con confianza por todos los misioneros y las comunidades a las que sirven, especialmente recordando a los que pertenecen a nuestra Diócesis de Canarias, porque hacen presente la voz y el amor efectivo de nuestra Iglesia en los diversos lugar es del mundo.
2. Ofreciendo nuestro testimonio de vida cristiana en el día a día, siendo discípulos misioneros en nuestra tierra, viviendo en todo momento la pasión por anunciar el evangelio en la vida cotidiana.
3. Colaborando con la colecta del DOMUND, que hace posible la labor evangelizadora, educativa, sanitaria y social en tantos países.
Pidamos al Señor que nuestra diócesis sea siempre tierra fecunda de solidaridad y de vocaciones misioneras.
Que la Virgen María, Nuestra Madre Y Señora del Pino, Estrella de la Evangelización, acompañe a todos nuestros misioneros y nos ayude a todos nosotros a ser misioneros de esperanza entre los pueblos.